La solidaridad marca las Navidades en Vila Nova de Gaia, frente a Oporto, y sede de las bodegas que distribuen este famoso vino.
En esta localidad portuguesa y en esta epoca del año, los niños solían acudir a bien la llamada Plaza de la Navidad, para disfrutar de varias atracciones navideñas.
Ahora con la pandemia y las consecuentes restricciones para reunirse se han cambiado los planes; un camión con Papa Noel y su séquito se desplaza para ir a ver a los más pequeños.
Pero la decisión más importante ha sido el cambio de afectación del presupuesto de 350 mil euros, que normalmente se dedica a las instalaciones festivas en la Plaza de la Navidad, y que esta ocasión se ha destinado a las familias más necesitadas y a las asociaciones de carácter social dadas las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19.
Así lo confirma el alcalde Vila Nova de Gaia, Vítor Rodrigues.
“Nosotros somos conscientes de que en estos momentos hay muchas carencias generadas por este período de estancamiento, incluso de desempleo, y de pérdidas de ganancias, que justifican que hayamos destinado ese dinero a un programa de apoyo con ayudas al alquiler, a emergencias sociales y a sostener a las familias más necesitada. En el fondo, hemos empleado el dinero que estaba destinado a las festividades de la Plaza de la Navidad en un proyecto totalmente acorde con el espíritu de Navidad y que al mismo tiempo resuelve un problema grave que muchas personas están padeciendo.”
En colaboración con un grupo privado, el Ayuntamiento distribuyó 3.000 cajas con productos alimentarios a las familias más necesitadas como la de Adela Silva, que a pesar de tener un empleo, no gana lo suficiente para hacer frente a todos los gastos.
Su situación es precaria porque aunque trabaja de limpiadora en varias empresas su marido está de baja por inválidez, y lo que gana sólo llega para pagar el alquiler.
Para Adela, como para otros muchos habitantes de Vila Nova de Gaia, esta ayuda no sólo es preciosa, es imprescindible.