Portugal se ha unido a la lista de países europeos que endurecen las restricciones ante la aceleración del número de contagios de COVID-19. El parlamento ha prorrogado el estado de emergencia hasta el quince de enero, incluido un toque de queda nocturno. Las autoridades quieren saber cómo han afectado las fiestas a la evolución de la pandemia, que el miércoles registró un récord de diez mil infecciones diarias.
Irlanda
Irlanda, que escapó con notable éxito de la segunda ola, también ha registrado un explosión de casos y ha optado por un confinamiento con cierre de escuelas y obras de construcción durante al menos tres semanas.
“Mientras estoy aquí, los hospitales de todo el país, de estas islas y de toda Europa asediados por la enfermedad, con trabajadores sanitarios ya exhaustos, que se enfrentan ahora a un tsunami de infecciones aún mayor que la primera ola. Ya tenemos más pacientes Covid en nuestros hospitales que nunca antes”, explicaba en rueda de prensa el primer ministro, Michael Martin.
Francia
Francia anuncia este jueves si adopta o no nuevas medidas para frenar la propagación de la pandemia. Se da por hecho, que desechará los planes previos de levantar las restricciones en algunos sectores relacionados con el ocio, como cafés, bares o estaciones de esquí. El Ejecutivo, que se ha sido muy criticado por la lentitud de la campaña de vacunaciones, va a abrir ochocientos centros dedicados a poner vacunas en las próximas dos semanas.
Vacuna de Moderna
Y en el frente de la vacunas contra la COVID-19, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA por sus siglas en inglés) ha dado su visto bueno al preparado elaborado por la farmacéutica Moderna. Es la segunda vacuna autorizada para su uso en la Unión Europea. Hasta ahora, los 27 solo contaban con la de Pfizer-BioNTech.
El presidente de la Junta de Evaluación de Medicamentos, Ton de Boar, explicaba así que la vacuna de Moderna había superado los test:
“Está destinada a personas mayores de 18 años. El resultado del estudio concluyó que después de dos inyecciones los niveles de anticuerpos aumentan bien, y también las células T tienen una buena respuesta inmunológica”.
Críticas por la lentitud de las vacunaciones
La lentitud en el programa de vacunación de la UE ha sido muy criticada. En parte, se debe a la dificultad logística que supone el transporte y la conservación de las vacunas de Pfizer/BioNTech, que necesitan temperaturas constantes de -70 ºC. La de Moderna se conserva seis meses a -20 ºC y aguanta en un frigorífico normal durante 30 días.