El Congreso estadounidense ha ratificado la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre. Demócratas y republicanos han cerrado filas en torno a Biden tras los gravísimos incidentes protagonizados horas atrás por seguidores de Donald Trump en el Capitolio. Muchos senadores republicanos que se iban a oponer al resultado de las elecciones en Pensilvania y Arizona, donde ganó Biden, terminaron apoyándolo. Las objeciones solo obtuvieron el respaldo de 7 senadores y el rechazo de 92. Eran los últimos obstáculos antes de la certificación definitiva de la victoria de Biden en las elecciones presidenciales.
“Siempre estaremos agradecidos a los hombres y mujeres que se quedaron en sus puestos para defender este lugar histórico”, decía el vicepresidente, Mike Pence, tras el desalojo del edificio y la reanudación de la sesión. “No han ganado quienes causaron estragos hoy en nuestra capital. La violencia nunca gana”.
“Estados Unidos y el Congreso de Estados Unidos han afrontado amenazas mucho mayores que la multitud desquiciada que vimos hoy aquí. Nunca nos han disuadido antes y no seremos disuadidos hoy. Trataron de perturbar nuestra democracia. Y fracasaron”, añadía el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell.
“Los ocurrido hoy no fue espontáneo. El presidente que promovió las teorías de conspiración que motivaron a estos matones, el presidente que los exhortó a venir a la capital de nuestra nación, los incitó. Casi nunca desalienta la violencia. Con frecuencia la fomenta. Este presidente tiene gran parte de la culpa”, añadía el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer.
“Cuando llegué a Washington esta mañana tenía la intención de objetar a la certificación de los votos electorales. Sin embargo, los acontecimientos que han ocurrido hoy nos obligan a reconsiderarlo. Y, en buena conciencia, no puedo objetar la certificación de estos electores”, sentenciaba la senadora por Georgia, Kelly Loffler.
Tras la ratificación del Congreso, queda expedito el camino para que Joe Biden asuma la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero.