Un supuesto caso de corrupción hace caer al Gobierno de Estonia. El primer ministro, Juri Ratas, se ha visto obligado a dimitir por investigaciones de la Fiscalía que afectan a su formación. Su renuncia arrastra al tripartito que rige el país y la presidenta, Kersti Kaljulaid, ha pedido al principal partido de la oposición, con mayoría de escaños. que lidere las negociaciones para formar una nueva coalición.
“Según la Constitución estonia, cuando el primer ministro dimite, el Gobierno también debe hacerlo. Así que definitivamente vamos a ver un nuevo Ejecutivo, que puede estar formado por los mismos miembros de la coalición que tenemos ahora, pero el primer ministro tendría que cambiar. El primer ministro ha afirmado que permanecerá en el cargo hasta la confirmación del nuevo Gobierno. Pero ya han comenzado las conversaciones entre los diferentes partidos, que han dicho que no excluyen ninguna combinación en Estonia”, explica Liisa Talving, investigadora en Política Comparativa en la Universidad de Tartu
Las pesquisas apuntan a irregularidades en un préstamo de 39 millones de euros de una institución pública a un proyecto inmobiliario en el puerto de Tallín. El ya ex jefe de Gobierno ha dado un paso atrás, según ha dicho, para asumir “la responsabilidad política” y facilitar las investigaciones. La crisis llega, además, en un momento en el que el país está fuertemente golpeado por la pandemia.