Yo era un chavo de 18 años cuando vino a la Ciudad de México una prima de Chihuahua; ella de la misma edad, insistió en que deseaba conocer la Zona Rosa porque le habían hablado mucho de ella, que era un lugar espectacular.
Yo era un chavo de 18 años cuando vino a la Ciudad de México una prima de Chihuahua; ella de la misma edad, insistió en que deseaba conocer la Zona Rosa porque le habían hablado mucho de ella, que era un lugar espectacular.