E n Italia, los museos y las galerías de arte llevan más de un año cerrados por las restricciones de la pandemia. El confinamiento no sólo dejó a todo el sector del arte en la ruina, sino también al público sin nutrición cultural. Algunos galeristas de Nápoles decidieron llevar el arte al mismo lugar donde la gente va todos los días a comprar comida: un supermercado.