El comercio ilegal de mascotas ha aumentado con la pandemia. En Viena, el número de cachorros confiscados se ha triplicado. A menudo, basta un clic en Internet para que personas solitarias reciban un perrito. Pero lo que muchos ignoran es que los cachorros importados ilegalmente (sobre todo de Europa del Este) están mal socializados y suelen estar enfermos.