En Noruega, algunos jóvenes habrían llegado a pagar hasta 200 coronas noruegas, unos 20 euros, para infectarse deliberadamente de la COVID-19. El negocio se realiza supuestamente a través de Snapchat entre jóvenes, los últimos en la fila de la vacunación, que se impacientan ante la idea de viajar sin restricciones este verano.