Los cambios climáticos han dado lugar a un nuevo ecosistema en la ciudad rumana de Iaşi, a unos 30 kilómetros de la frontera con la República de Moldavia. En este humedal viven la mitad de las especies de aves del país . El nivel del agua en el delta situado entre dos ríos ha disminuido por el calentamiento global de los últimos 30 años, pero siguen existiendo estanques de peces.