La recomendación de la Unión Europea de evitar en lo posible sobrevolar Bielorrusia supone una complicación más para un buen número de compañías aéreas generalmente acostumbradas a hacer malabares con este tipo de limitaciones. A esta petición a las aerolíneas del bloque se suma a su vez la prohibición a los aviones bielorrusos de sobrevolar espacio aéreo comunitario, medida a la que suman también Reino Unido y Ucrania.