Una aldea de Burkina Faso vivió el pasado sábado la peor de las pesadillas. Hombres armados, presuntamente yihadistas, mataron a al menos 160 personas, incluidos muchos niños. Al hospital de Dori, los heridos han llegado por decenas. Un niño yace herido, inmóvil y con la mirada perdida en una cama.