El Vaticano rechazó un proyecto de ley italiano diseñado para combatir la homofobia. Dice que podría restringir la libertad religiosa garantizada a la Iglesia. La Santa Sede invocó su estatus de soberanía para protestar formalmente contra esta iniciativa de Italia y lo hizo enviando un comunicado diplomático que presentó su secretario para las Relaciones con los Estados, el arzobispo británico Paul Gallagher.