Mientras Japón supera lentamente una cuarta ola de covid-19, la oposición pública hacia los Juegos Olímpicos no parece disminuir. Aún así, los organizadores presionan para terminar los últimos preparativos. Cuando falta un mes para el evento deportivo, aún no hay una la decisión sobre si los espectadores podrán asistir a las competencias.