El tráfico ilícito de migrantes, aun siendo un crimen violento, rara vez termina en los tribunales, según un reciente estudio de la ONU . Los traficantes aprovechan la vulnerabilidad de los migrantes clandestinos, víctimas de todo tipo de abusos. Violaciones y atropellos son moneda corriente en este negocio mortífero que cada año se cobra miles de vidas de migrantes que acaban sofocados en contenedores, deshidratados en desiertos o ahogados en el mar.