La soledad puede ser considerada como una epidemia, que se ha recrudecido con el covid-19 y el encierro en los muros de la tecnología. Ante esto, algunos gobiernos han empezado a enfocar su gestión en la búsqueda de la fórmula de la felicidad. Andrés Oppenheimer considera que estas iniciativas son fascinantes en los casos donde no se da espacio a la burocracia.