Pedro Pablo Vázquez mueve con un gran cucharón de madera 136 kilos de picadillo en una aromatizada salsa de tomate. Es la comida con que una institución religiosa cubana alimenta cada día a 2.200 personas en una de las zonas más pobres de La Habana.
Pedro Pablo Vázquez mueve con un gran cucharón de madera 136 kilos de picadillo en una aromatizada salsa de tomate. Es la comida con que una institución religiosa cubana alimenta cada día a 2.200 personas en una de las zonas más pobres de La Habana.