Johannesburgo (AFP) – El segundo semestre de 2021 trajo más agitación: violencia en Sudáfrica, el retorno de los talibanes en Afganistán, crisis de refugiados y tormentas destructoras. Y cuando el mundo creía que la pandemia se desaceleraba, la variante ómicron volvió a generar incertidumbre y una nueva alerta planetaria.