Estados Unidos afronta de lleno la batalla contra el cambio climático. Con la firma de tres órdenes ejecutivas, el presidente Joe Biden ordenaba este miércoles la reducción de la explotación de petróleo, gas y carbón en suelo federal, apostando a su vez por duplicar la producción de energía de las turbinas eólicas en alta mar.
“En mi opinión ya hemos esperado demasiado tiempo para hacer frente a esta crisis climática”, decía Biden. “No podemos esperar más y es algo que vemos con nuestros propios ojos. Lo sabemos, lo sentimos en nuestros propios huesos y es hora de actuar”.
El presidente insistía también en que “al igual que necesitamos una respuesta nacional unificada ante la COVID-19, necesitamos también desesperadamente una respuesta nacional unificada ante la crisis climática, porque hay una crisis climática. Debemos liderar la respuesta global”.
Atentos al “terrorismo doméstico”
Con sus tres órdenes el nuevo presidente de Estados Unidos aspira también a proteger el 30 por ciento de las tierras y aguas oceánicas del país durante los próximos 10 años. Otro de los objetivos es pasar a una flota de vehículos federales completamente eléctrica.
El cambio climático fue uno de los principales temas de la carrera electoral de Joe Biden y parece serlo también de su administración. Las subvenciones federales para el sector del petróleo y otros combustibles fósiles se ven reducidas, con el objetivo de que la contaminación producida por estos en el sector energético quede eliminada para el año 2035.
Todo ello, en un ambiente aún tenso tras los resultados de las últimas elecciones que mantiene activa la amenaza de “terrorismo doméstico” en todo el país.
Así lo asegura el el Departamento de Seguridad Nacional que recuerda que el reciente ataque al Capitolio no tiene por qué haber sido un hecho aislado, ya que puede haber envalentonado a algunos extremistas dispuestos a seguir con otra batalla muy diferente a la climática.