Las calles de Melbourne amanecieron en silencio el viernes al iniciar su quinto confinamiento, mientras Australia intenta contener un brote de la variante Delta del covid-19 en sus dos ciudades más grandes
Las calles de Melbourne amanecieron en silencio el viernes al iniciar su quinto confinamiento, mientras Australia intenta contener un brote de la variante Delta del covid-19 en sus dos ciudades más grandes