Miles de hectáreas de cosechas perdidas por la ola de frío. Agricultores franceses como Pauline han sufrido unas inusuales heladas en primavera que han aniquilado sus cultivos de peras y cerezas. Tal vez se salven las manzanas, pero tendrá que esperar al menos tres semanas para ver si los árboles florecidos acaban dando fruto.