El Gobierno francés suspende los vuelos con Brasil siguiendo la senda de Portugal, que ya ha detenido las conexiones aéreas con el país latinoamericano. España o Reino Unido ya imponen una cuarentena de diez días a los que llegan de allí. El Ejecutivo actúa presionado por la oposición aunque, sobre todo, por los datos de mortalidad y transmisión de la variante brasileña del coronavirus.