En España, el temporal de nieve ‘Filomena’ complica aún más la situación en el poblado de la Cañada Real a las afueras de Madrid. En este asentamiento de chabolas situado al este de la capital, malviven sin electricidad en sus viviendas unos 7.000 habitantes, entre ellos cerca de 2.000 menores. Con la borrasca además se han quedado sin gas, ni agua corriente. El Ayuntamiento ha ofrecido un refugio temporal a los residentes, pero con la situación de pandemia, muchos no quieren ir. Así lo asegura Gemma San Jose Herráez, que prefiere permanecer en su casa a pesar del frío extremo.
El grupo religioso de la Fundación Madrina ha repartido mantas y provisiones, explica su director Conrado Giménez.
A la nieve y el frío se les suman los cortes de electricidad en el área por la eléctrica Naturgy, que ha cortado conexiones ilegales sospechosas de alimentar parcelas con plantaciones de marihuana.
“He venido a ver si me pueden dar mantas, pañales para el bebé y algo de comida para los niños pequeños que tengo”, decía la residente local Noelia Sanz que está embarazada.
En medio de la ola de frío, y tras más de 100 días sin electricidad aumenta la tensión. Aquí piden que en vez de estufas y butano les vuelvan a restablecer la corriente eléctrica. Y denuncian que la misma compañía que les ha cortado el suministro eléctrico, les lleva ahora bombonas de gas.
Recuerdan que ya ha habido al menos cuatro fallecidos por el frío extremo y que en este poblado ha habido “bebés ingresados por congelación y decenas de hospitalizados por intoxicación” en sus casas. Eso para los que tienen una. Pues en plena ola de frío, también los hay sin un techo bajo el que guarecerse.
