Italia o Francia. Puede que Malta. Ni casas de apuestas ni expertos se deciden a menos de 24 horas sobre quién será el ganador de Eurovisión. Aunque todo parece indicar que la final se dirimirá en el Mediterráneo. No será del lado de España, a la que los vaticinios auguran un naufragio completo en el estadio Ahoy Rotterdam (Países Bajos) pese al gran dominio vocal del joven murciano Blas Cantó.