La justicia española ha condenado a duras penas de cárcel a los tres acusados por los atentados yihadistas de 2017 en Barcelona y Cambrils. La Audiencia Nacional ha impuesto 53 años de prisión a Mohamed Houli y 46 a Driss Oukabir , por pertenencia a organización terrorista y tenencia de explosivos, si bien no los considera culpables de los homicidios, al no haber sido autores materiales de la masacre.